El Correlimos canelo (Calidris subruficollis) se caracteriza por su cabeza redondeada y el pico corto y recto. Además, las partes inferiores son de color canela, lo que en vuelo contrasta con las alas por debajo, que son blancas. Se parece a la hembra del Combatiente, de la que se diferencia por tener el pico más corto, las patas amarillas, unas motas oscuras bien definidas a los lados del pecho y, sobre todo, por su obispillo completamente pardo. Los inmaduros tienen un fino borde blanco alrededor de las plumas del manto y las supracobertoras alares, que es ocráceo y más ancho en los adultos. En la península Ibérica es un ave accidental procedente de Norteamérica. La mayoría de las observaciones se han producido en las costas cántabro-atlánticas durante el paso postnupcial. El Comité de Rarezas de la SEO en el período 1984-96 ha homologado 16 citas en España, todas ellas de aves solitarias, excepto una de 2 ejemplares. Cantabria. Accidental, con sólo una cita referida a un ave en la ría de Liencres el 23 de septiembre de 1993.
(Extracto de mi libro "Aves marinas y acuáticas de las marismas de Santoña, Victoria, Joyel y otros humedales de Cantabria", editado en Santander en el año 2000 por la Fundación Marcelino Botín).
Tomé esta fotografía de un juvenil en Colindres el 14 de septiembre de 2008.
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