La Gaviota patiamarilla (
Larus michahellis) es muy parecida a la
Gaviota argéntea, pero con el manto más oscuro y las patas amarillas en lugar de rosadas. En plumaje invernal carece del estriado oscuro que presenta la Gaviota argéntea en la cabeza y el cuello. Los inmaduros son muy similares a los de la Gaviota argéntea, pero con la cabeza y las partes inferiores más claras. En la península Ibérica es un nidificante muy común y en aumento, con 65.000 parejas a finales de los 80, el 55% de ellas en las costas de Galicia y del Cantábrico. El número de parejas de las principales colonias se ha duplicado o triplicado desde los años 70 debido al uso que hacen de los basureros como fuente de alimento. La población nidificante es fundamentalmente sedentaria, con movimientos dispersivos de los inmaduros, que pueden llegar a ser de gran amplitud. Las aves nidificantes en las costas cántabro-atlánticas se mueven principalmente a lo largo de dichas costas. Se trata de un invernante muy común, con 180.000 aves en el censo de invernantes de enero de 1984, en general en las proximidades de las colonias de cría. En Cantabria es un nidificante muy común y en aumento, con una estimación de casi 5.000 parejas en 1986. En 1992 se estimó una población nidificante de 2.209-2.545 parejas, repartidas en 12 colonias, siendo las más importantes: isla Sarnosa (1.200 parejas), islas Pasiega y Conejera (900 parejas), Portio y Somocuevas (700 parejas), isla de Mouro (300 parejas), Candina (250 parejas) y cabo de Quintres (120 parejas). Es un nidificante muy escaso e irregular en el embalse del Ebro, con 3 nidos en julio de 1985 y también en 1991 y 1992, con un total de 0-3 parejas anuales. Además, es un migrante e invernante muy común por toda la costa. La población invernante constituye cerca del 60% del total de las gaviotas invernantes, con 7.992 aves en el censo de invernantes de enero de 1984 y 2.632 en el de 1992, 644 de ellas en el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. En 1997 una pareja crió tres pollos en un tejado en ruinas en el centro de Santander. En las Marismas de Santoña se halla presente durante todo el año. Es un migrante e invernante muy común, con 1.500, 2.000 y 470 aves en los censos de invernantes de enero de 1987 1988 y 1992, aunque se ha estimado un total de 8.000 invernantes anuales. El censo de aves es difícil, ya que durante el día se desplazan hacia basureros en busca de alimento y, al atardecer, hasta sus dormideros localizados en islotes y acantilados. En las Marismas de Victoria es un invernante común, con 160 y 31 aves en los censos de invernantes de enero de 1992 y 1997. En las Marismas de Joyel es un invernante escaso, con 14 y 37 aves en los censos de invernantes de enero de 1992 y 1997. En los acantilados marinos del Buciero es un nidificante escaso.
(Extracto de mi libro "Aves marinas y acuáticas de las marismas de Santoña, Victoria, Joyel y otros humedales de Cantabria", editado en Santander en el año 2000 por la Fundación Marcelino Botín).
Resultados del censo de aves acuáticas y marinas en el mes de enero en las Marismas de Santoña. Fuente de los datos: Sociedad Española de Ornitología.
Resultados del censo de aves acuáticas y marinas en el año 2018 en el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Fuente de los datos: Sociedad Española de Ornitología y Gobierno de Cantabria.
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