El Ánsar campestre de la tundra (Anser serrirostris rossicus) se distingue del Ánsar campestre de la taiga (Anser fabalis) porque tiene el pico oscuro con únicamente una banda subterminal naranja. En la Península Ibérica es un invernante escaso y en declive, de finales de noviembre a finales de enero. En 1989 invernaron en España 350 individuos, todos en el embalse de Ricobayo (Zamora). El número medio de invernantes entre 1978 y 1989 en Asturias, Cantabria y País Vasco fue de uno.
(Extracto de mi libro "Aves marinas y acuáticas de las marismas de Santoña, Victoria, Joyel y otros humedales de Cantabria", editado en Santander en el año 2000 por la Fundación Marcelino Botín).
En el pasado existió una población invernante en el embalse de Ricobayo, provincia de Zamora. Según escriben Mariano Rodríguez Alonso y Jesús Palacios Alberti en el Atlas de las aves en invierno en España 2007-2010, "entre 1972 y 1982 existió una cierta estabilidad en la población, con cifras que oscilaban entre 3.000 y 4.000 ejemplares. A partir del año 1982 su regresión fue casi exponencial y en el invierno 2000-2001 no se logró localizar ningún ejemplar en su zona de invernada habitual, si bien en la temporada 2003-2004 se produjo un sorprendente regreso de siete ejemplares al embalse, hecho que no ha tenido continuidad en los años siguientes. Entre 2005 y 2010, según los censos de aves acuáticas invernantes, se han localizado 18 ánsares campestres -incluyendo el ánsar campestre de la taiga (Anser fabalis)- en 8 localidades distintas españolas."
Tomé estas fotografías y grabé este vídeo un ejemplar de primer invierno en Vuelta Ostrera, municipio de Suances (Cantabria), el 19 de noviembre de 2021, donde lo descubrió Jesús García el día anterior.
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