El Correlimos zarapitín (Calidris ferruginea) se parece al Correlimos común, pero es más esbelto y tiene las patas más largas. Además, el obispillo es enteramente blanco, la cola oscura y el pico más largo y curvado. Las patas son negras. En la península Ibérica es un migrante escaso por las costas cántabro-atlánticas. Estas aves pertenecen a la ruta migratoria que atraviesa Europa occidental. Además, es un invernante muy escaso, con una media de 100 aves anuales en las costas de Andalucía occidental y el Mediterráneo.
En Cantabria y en las Marismas de Santoña es un migrante escaso. El paso postnupcial se produce de julio a septiembre y el prenupcial, menos notorio, en abril y mayo. Algunos años resulta muy frecuente. Por ejemplo, el 5 de septiembre de 1991 observé en las Marismas de Santoña tantos ejemplares de esta especie como de Correlimos común.
(Extracto de mi libro "Aves marinas y acuáticas de las marismas de Santoña, Victoria, Joyel y otros humedales de Cantabria", editado en Santander en el año 2000 por la Fundación Marcelino Botín).
Como puede apreciarse en estas fotografías y en el vídeo, tomado en las Marismas Negras de El Astillero el 29 de septiembre de 2020, el Correlimos zarapitín se parece al Correlimos común, pero es más esbelto y tiene las patas más largas y el pico más largo y curvado. Además, el obispillo es enteramente blanco y la cola oscura.
El nombre específico en latín ferruginea se refiere al color rojizo, como el del hierro oxidado, que tiene en sus partes inferiores en plumaje nupcial. Tomé esta fotografía y el siguiente vídeo en las Marismas de Alday, municipio de Camargo (Cantabria), el 29 de mayo de 2022.
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