Al menos una quincena de cachorros de Foca gris (Halichoerus grypus) han sido vistos este mes de enero en la costa Cantábrica. El 16 de enero de 2014 en el periódico La Nueva España hablaban de 9 ejemplares en Asturias. En el periódico El Correo se hablaba de al menos 15 ejemplares en la costa Cantábrica. En El Diario Montañés se puede ver un vídeo que esperamos que no sea representativo del trato recibido por estos cachorros. Tomé estas fotografías de un cachorro de foca gris descansando en una rampa del puerto de Santoña el 26 de enero de 2014.
No he encontrado noticias de una arribada tan numerosa en ningún otro año. Los ejemplares que han llegado a las costas Cantábricas son pequeños y no pasan de 40 kilos. Estos cachorros, jóvenes recién destetados e independizados de sus madres, no son animales inofensivos e incapaces de valerse por sí mismos. Aunque pequeños, son mamíferos carnívoros y podrían defenderse con sus afilados dientes. Sin embargo, muestran un comportamiento muy confiado con el ser humano y solo huyen cuando algún desaprensivo se acerca en exceso. Los machos adultos llegan a pesar 310 kilos y las hembras hasta 190.
Después de pescar, salen a la orilla a descansar y sestear. Si entonces sufren el acercamiento excesivo de varias personas consecutivas, el resultado será que los ejemplares no pueden descansar. Recordemos que estos ejemplares han llegado arrastrados por las corrientes marinas y el oleaje de un potente temporal que se produjo en el Golfo de Vizcaya hace unas pocas semanas.
Otros años también han llegado focas grises y en las últimas tres décadas ha sido bastante habitual, aunque no en un número tan elevado y no todos los años. Si en años anteriores se capturaron ejemplares para devolverlos a un lugar más al norte, este año parece que, afortunadamente, se ha optado por respetar estas arribadas, completamente naturales. Solo en el caso de ejemplares con heridas graves parece justificada su captura y tratamiento.
Llama la atención la falta de registros históricos de su presencia en las costas cantábricas, en principio, tan propicias para su presencia estable. Se sabe que estuvo presente durante la Prehistoria. Incluso se han encontrado colgantes hechos con muelas de esta especie en el yacimiento arqueológico de la cueva de Las Caldas, en el concejo asturiano de Oviedo.
En este vídeo se puede ver el comportamiento tranquilo durante un período de descanso.
En este otro vídeo puede comprobarse cómo su siesta queda interrumpida por las molestias de personas que no saben respetar su distancia de seguridad, de unos 10 metros.
Quiero recordar este grupo de focas grises, fotografiado el 13 de julio de 2013 en las islas Farne, en las costas inglesas del condado de Northumberland, desde uno de los barcos que, repleto de turistas respetuosos, se acerca hasta estas islas desde el pueblo de Seahouses con el propósito de disfrutar de sus colonias de focas y aves marinas. También quiero acordarme de la única foca salvaje que llegué a tocar con la mano. Fue el 14 de abril de 2011 en la playa de Oriñón, contradiciendo todo lo escrito hasta aquí. A primeros del mes de junio de ese año alguien la mal hirió de un tiro de escopeta y, a consecuencia de las heridas sufridas, murió a primeros de julio de 2011 en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario