13 de mayo de 2016

Canastera común

La Canastera común (Glareola pratincola) es un ave limícola con aspecto de chorlito en el suelo y de charrán en vuelo. Se distingue por sus partes superiores pardo oliváceo uniforme, la garganta crema bordeada de negro y el pecho de color pardo. Tiene el vientre y el obispillo blancos. Además, es distintiva su cola blanquinegra y muy ahorquillada. Las patas y el pico son muy oscuros. Su pico, tratándose de un ave limícola, es extraordinariamente corto. En la península Ibérica es un nidificante común y estival, principalmente en el sudoeste peninsular, con poblaciones menores en las costas mediterráneas, La Mancha y Extremadura, con una población nidificante total de 3.761-3.815 parejas en España en 1995. Es un migrante transahariano. El paso postnupcial se produce a través del estrecho de Gibraltar de finales de julio a octubre y el prenupcial de finales de marzo a mayo. En Cantabria es accidental, con tan sólo la observación publicada de un ave el 14 de mayo de 1986 en la bahía de Santander).
(Extracto de mi libro "Aves marinas y acuáticas de las marismas de Santoña, Victoria, Joyel y otros humedales de Cantabria", editado en Santander en el año 2000 por la Fundación Marcelino Botín).
Sus poblaciones presentan acusadas fluctuaciones interanuales. La población reproductora de España se estimó en casi 4.000 parejas en el año 1989, mientras que al año siguiente, en 1990, se censaron más de 4.000 parejas solo en las marismas del Guadalquivir, su principal área de reproducción. Es principalmente activa en las primeras horas tras el ocaso, cuando capturan en vuelo los insectos de los que se alimentan. El 3 de mayo de 2016 Javier Otero Sáiz observó por primera vez el ejemplar de estas fotografías en las Marismas de Alday, bahía de Santander. Yo lo observé el 12 de mayo de 2016, 9 días después. La zona pastada y estercolada por el grupo de caballos losinos que aquí mantiene la Fundación Naturaleza y Hombre ha generado una zona húmeda con escasa vegetación, muy del gusto de la especie. Solo existen otras tres observaciones en Cantabria. El 14 de mayo de 1986 Juan José Aja observó un ejemplar en la bahía de Santander, el 3 de mayo de 2008 Ángel Ruiz Elizalde vio un ejemplar en la Ría de Ajo, municipio de Bareyo, y el 28 de mayo de 2014 Jesús Menéndez otro desde el cabo de El Rebanal, municipio de Castro Urdiales. Como puede verse, todas las observaciones son del mes de mayo.

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